Recientemente hemos comprado un sofa nuevo, por deterioro del anterior. Lo que no les conte es el rollazo de deshacernos del sofa anterior. Como lo que ocurre con los automoviles viejos, esta es una ocasion para que las diferencias entre el 1er mundo y el 3ro se pongan en evidencia.
La opcion obvia hubiera sido pagar un adicional para que los que me trajeron el sofa nuevo se llevaran el viejo. Hubiera costado unos 80 dolares, pero como el municipio aqui ofrece hasta dos recojos al an~o para objectos grandes (electrodomesticos, muebles), optamos por acogernos a eso. El incoveniente es que lo hacen en dia fijo, cuando hay cupo. Ademas, el recojo lo hacen de la puerta para afuera - o sea, habia que sacar el sofa a la calle en la manana del dia "D".
Asi, estuvimos semana y media con el sofa viejo entre la sala y el comedor - comodo, pero ocupando espacio. El dia esperado, sacamos el sofa a la calle... y nada! Cheryl se habia equivocado de dia - los basureros pasaron pero se fueron con las manos vacias. Re-programar el recojo nos daba dos semanas mas de espera. Asi que no me quedo mas remedio que... tomar mis herramientas y descuajeringar, despedazar y destrozar el pobre sofa, cuya unica macula y pecado fue que la tela se habia gastado y roto - el armatoste, la estructura, estaba intacta. Hacerlo re-cubrir nos hubiera costado 65% del costo del sofa nuevo (pero en tela, no cuero - o sea, un falso ahorro).
Debo confesar que me senti culpable, serruchando y cortando el sofa para poder acomodarlo en la camioneta - tratamos, les aseguro, de encontrar una organizacion caritativa, que las hay, al estilo de los traperos de Emaus tan queridos de mi mama, para que se llevara el sofa. Pero la respuesta fue siempre la misma: si esta roto o raido, no les interesa. Aun para la caridad, en este pais hay estandares que cubrir! Si fuera ropa o cosas mas ligeras (celulares, computadoras) se podrian enviar al 3er mundo. Pero no sofas.