Tu eras para mi
el sol de la manana
y ese que larga sombra da en la tarde
y aquel que se adivina cuando arde
mas alla de horizontes y ventanas
hoy no eres sino la luna deleznable
la luz del sol te robas cuando puedes
no te extrane, mujer, que ahora te niegue
el que ayer se te mostrara tan amable
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